Lázaro Cárdenas, Michoacán, junio 21, 2024.- A 29 días hoy de iniciado el conflicto laboral en la planta de Lázaro Cárdenas de ArcelorMittal México, crece la inquietante interrogante sobre cómo y cuándo habrá de finalizar un movimiento sindical que el gremio minero de la Sección 271 defiende como una huelga y un juez federal en materia laboral determina como bloqueo ilegal a las instalaciones siderúrgicas.

La encontradas definiciones de este movimiento provienen, una, solo de las fuentes sindicales mineras locales, no tanto de su sede central, que es de donde usualmente se genera la información oficial del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSSRM), y dos, de un Juzgado en Materia Laboral, así como de la propia empresa que lo hace respaldada en lo establecido por las autoridades laborales.

Y es en este marco de opuestas definiciones donde se encuentra y permanece, hasta hoy, el conflicto Sindicato Minero Sección 271 y ArcelorMittal, que mantiene una paralización operativa que la empresa ha calificado como de impacto crítico para la productividad, la economía y el personal directo e indirecto.

En este contexto se ignora cómo habrá de concluir este episodio de 29 días que ya trastoca la vida económica local y ha propiciado incertidumbre en no pocos sectores, así como fuertes efectos en el mercado del acero y en clientes de ArcelorMittal México, y que, igualmente, habrá registrado efectos en los trabajadores mineros de la Sección 271.

La empresa ha definido abiertamente cuál es su posición, al señalar en un último comunicado que reitera su compromiso con el cumplimiento de la ley y la continuación de sus operaciones bajo un marco legal, pero ha conminado a los trabajadores mineros a rectificar su proceder, devolver las instalaciones y retornar de inmediato a sus actividades cotidianas, en el entendido que ella, la empresa, se encuentra legítimamente habilitada para continuar con los procedimientos de terminación de relaciones individuales y colectivas.

También ha dicho ArcelorMittal que este escenario “marca un capítulo crucial en el conflicto entre el Sindicato Minero y ArcelorMittal, con repercusiones que podrían extenderse más allá del ámbito laboral, afectando la economía y la estabilidad social de la región”, un mensaje que queda para la libre interpretación, pero que no deja de ser inquietante.

Todos esperan cada día el necesario posicionamiento público de las autoridades laborales, del propio SNTMMSSRM y del Gobierno de Michoacán sobre la condición actual del conflicto, como el ingrediente faltante para terminar de comprender el curso de este movimiento sindical y anticipar, en lo posible, su ansiado final.

En tanto, cámaras empresariales, por un lado, y organismos sindicales, por el otro, no han escatimado pronunciamientos. Unos para demandar la solución inmediata del conflicto y, otros, para solidarizarse con el movimiento sindical. Mientras, la Ciudad portuaria de Lázaro Cárdenas extraña la plena energía productiva de la siderúrgica.