Zihuatanejo, Guerrero | 23 de julio de 2025 — A pesar del discurso oficial sobre eficiencia operativa en los hospitales federales, la realidad en el Hospital General “IMSS-Bienestar Bernardo Sepúlveda Gutiérrez” muestra un panorama crítico.
A partir de estejueves 24 de julio, este centro de salud suspenderá nuevamente el servicio de alimentos para pacientes, personal médico y administrativo, debido al total desabasto de insumos en el área de cocina.
La situación fue notificada mediante un escrito oficial emitido por el Departamento de Cocina del nosocomio y dirigido al director del hospital, Dr. Ernesto Zavala Lorenzo, con copia al administrador, Abraham Bracamontes Pérez. En el documento se informa que, pese a los esfuerzos realizados, los recursos para mantener el servicio de alimentación se han agotado por completo.
“El Departamento de Cocina ha utilizado en su totalidad los recursos disponibles para continuar brindando el servicio de alimentos a pacientes, personal médico y administrativo”, indica el comunicado.
Asimismo, se señala que durante las últimas semanas se intentó extender la operatividad administrando insumos de forma cuidadosa, con la intención de preservar tanto la dignidad como la calidad del servicio. Sin embargo, se llegó a un punto crítico:
“Nos enfrentamos a un desabastecimiento total debido a la **falta de respuesta por parte de los proveedores”, precisa el documento cuya copia se hizo llegar a Rafaga Noticiera, añadiendo que esta situación ya había sido reportada en múltiples ocasiones.
¿Qué implica esta suspensión?
La cocina del hospital cerrará sus puertas a partir del jueves 24 de julio, dejando sin alimentación a decenas de pacientes hospitalizados, así como al personal que diariamente sostiene las operaciones médicas en esta unidad de atención. Esta medida agudiza la situación de vulnerabilidad en un sistema de salud ya fracturado.
El personal del área solicita al director y al administrador del hospital su intervención inmediata ante las autoridades estatales y federales, particularmente la Secretaría de Salud, para resolver con urgencia la crisis de suministro.
Una crisis que se repite
No es la primera vez que esta situación ocurre. En repetidas ocasiones, tanto en este hospital como en otros de la región de la Costa Grande, se han reportado suspensiones temporales del servicio de alimentación por motivos similares: falta de insumos, retrasos en pagos y ausencia de respuesta institucional.
Estas carencias afectan directamente la atención médica integral, especialmente para pacientes en estado delicado o con tratamientos que requieren supervisión alimentaria estricta.
¿Dónde queda la “eficiencia operativa”?
La narrativa del gobierno federal sobre el fortalecimiento del sistema IMSS-Bienestar contrasta fuertemente con la realidad en estados como Guerrero. Mientras se anuncian programas de expansión y cobertura, en el terreno operativo básico —como el suministro de alimentos— los hospitales enfrentan parálisis por falta de recursos.
¿Y ahora qué?
El personal espera una respuesta urgente que permita restablecer el servicio en el corto plazo. Sin embargo, la ausencia de soluciones estructurales hace temer que este no será el último episodio de crisis en el sistema hospitalario de la región.