Vie. Nov 28th, 2025

*Hechos ocurridos el pasado lunes en Arco Norte

Ciudad de Mexico. 27 nov 2025.- La inseguridad en las carreteras del país dejó el pasado lunes una escena que muchos transportistas calificaron como una burla amarga y una ridiculización explícita de las estrategias de seguridad del gobierno federal.

Mientras exigían protección y denunciaban los hasta 80 asaltos diarios que —según organizaciones del sector— se cometen contra camiones de carga y tráileres, un grupo de conductores fue víctima de un nuevo atraco en plena protesta.

El incidente ocurrió en la caseta del Arco Norte, donde transportistas se habían concentrado para visibilizar los riesgos que enfrentan de manera cotidiana. De acuerdo con los primeros testimonios revelados este miercoles, un comando armado interceptó a varios choferes, los amagó con armas largas y despojó a dos unidades de cinco llantas, una modalidad de robo que se ha vuelto recurrente en ciertas rutas del país.

“Lo recibieron con la fusca. ‘Súbase y cállese’, le dijeron. ‘Quédese allá arriba callado’”, relató uno de los afectados, quien describió la escena como una humillación tanto para las víctimas como para la propia autoridad encargada de su seguridad.

La ironía no pasó desapercibida entre los presentes: mientras exigían un alto a la violencia y mayor presencia de fuerzas federales en carreteras, los delincuentes actuaron con absoluta impunidad, a plena luz del día y frente a decenas de testigos.

Los transportistas acusaron que la inseguridad en carreteras y autopistas se ha intensificado, mientras que la respuesta gubernamental resulta insuficiente. Señalaron también fallas y falta de coordinación con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), así como poca presencia de la Guardia Nacional en tramos considerados críticos.

Líderes del sector recordaron que el robo al transporte de carga no solo afecta a los conductores, sino a toda la cadena logística del país, generando pérdidas millonarias y desabasto en diversas regiones. Aseguran que la violencia se ha sofisticado: grupos armados utilizan vehículos robados, bloqueos improvisados y armas de alto calibre.

El asalto ocurrido durante la misma protesta simboliza para muchos transportistas la total vulnerabilidad en la que operan. “Si esto pasa durante una manifestación, ¿qué queda para quienes van solos por carretera en la madrugada?”, cuestionaron.

El episodio se suma a una creciente presión para que el gobierno federal revise y refuerce sus estrategias de seguridad en vías terrestres, consideradas esenciales para la economía nacional pero cada vez más abandonadas a su suerte.

Por Don Beto

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